Contaminación lumínica, ¿qué hacer?

Iluminar demasiado no es saber iluminar. Para muchos el exceso de luz incrementa la visibilidad para el ser humano, cuando hay casos evidentes en que el efecto que se logra es el opuesto al que se pretende, por ejemplo, en áreas comerciales, espacios públicos o vialidades mal iluminadas.

Para otros la ostentación lumínica es significado de calidad de vida, prosperidad o riqueza; un espacio sobreiluminado puede ser más inseguro y desagradable que uno iluminado de forma racional.

El diccionario nos dice que la contaminación lumínica es la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las luces.

Un alumbrado exterior ineficiente y mal diseñado, es decir, donde la luz es enviada lateralmente, hacia arriba o a los espacios en donde no es necesaria, no proporciona seguridad ni visibilidad, y es un desperdicio de energía y dinero. Y si además se agrega que la iluminación urbana utiliza proyectores y cañones láser, no hay regulación del horario de apagado de iluminaciones publicitarias, monumentales u ornamentales, etc., trae un problema de sobreiluminación cada vez más extendido.

¿Cuáles son las consecuencias de la contaminación lumínica? Habrá quien ponga en primer lugar el derroche energético y el despilfarro económico, pero esta vez no iremos a fondo en este evidente sentido. Parece tanto o más grave el aspecto ecológico, pues muchos seres vivos se ven afectados por las luces artificiales, como algunos pájaros que alteran sus ritmos de migración, o insectos atrapados por luminarias, o tortugas confundidas al salir de sus huevos; en otras palabras, los ecosistemas se ven alterados.

En algunas ciudades hemos ido perdiendo la belleza del cielo nocturno y ya no vemos las estrellas, ya que por reflexión y difusión de la luz artificial en los gases y en las partículas del aire se altera su calidad y condiciones naturales hasta el punto de hacer desaparecer los objetos celestes; hablamos de daños que no se limitan al entorno del lugar donde se produce la contaminación, sino que la luz se difunde por la atmósfera y su efecto se deja sentir a centenares de kilómetros desde su origen.

La contaminación lumínica también dificulta el tráfico aéreo y marítimo, así como la percepción del Universo y los problemas causados a los observatorios astronómicos.

La conciencia social de la contaminación lumínica es tan escasa que incluso ha merecido la portada y el reportaje central del número de noviembre de 2008 de la revista National Geographic, que titula «El fin de la noche – Porqué necesitamos la oscuridad»; en el artículo se señala, entre otras cosas, que de todos los problemas de contaminación a los que nos enfrentamos, el de la afectación lumínica es el de más fácil solución.

Desde la década de los años 80 del siglo pasado ha surgido diferentes movimientos organizados de gente preocupada por este problema y que promueven campañas de prevención de la contaminación lumínica. Uno de los más destacados mundialmente es la International Dark Sky Association (Asociación Internacional para los Cielos Oscuros), la cual fue una de las que más impulsó el derecho a observar las estrellas y que el 20 de abril de 2007 logró ser promulgado mediante la Declaración de la Palma, con apoyo de la UNESCO.

La Asociación Dark Sky y otras similares sugieren una serie de medidas que pueden ayudar a reducir el problema de la contaminación lumínica; entre otras se pueden mencionar las siguientes:
a) Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla sólo allí donde es necesaria. Emplear de forma generalizada luminarias apantalladas cuyo flujo luminoso se dirija únicamente hacia abajo.
b) Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética, preferentemente de vapor de sodio a baja presión (VSBP) o de vapor de sodio a alta presión (VSAP), con una potencia adecuada al uso.
c) Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo y sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas
d) Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a los recomendados por organismos como la Comisión Internacional de Iluminación.
e) Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y publicitarias.
f) Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el cielo.
g) Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores de flujo en la red pública o el apagado selectivo de luminarias. Apagar totalmente las luminarias que no sean necesarias.

Señalan los especialistas técnicos en iluminación que no saber dirigir la iluminación hacia donde hace falta es un acto tan poco inteligente como no tener capacidad para elegir la intensidad de la iluminación adecuada en cada caso.

Es indudable que el alumbrado exterior es un logro que hace posible desarrollar múltiples actividades en la noche, pero es imprescindible iluminar de forma adecuada, evitando la emisión de luz directa a la atmósfera y empleando la cantidad de luz estrictamente necesaria allí donde necesitamos ver.

** Actualización Agosto 2019

Algunas ligas ya están obsoletas, la UNESCO ha seguido coordinando acciones en pro de los cielos oscuros.

Hay un libro «el derecho a los cielos oscuros» editado en 2016 que reúne toda la informacón generada al respecto.

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000246131

y un documento de trabajo de la reunión del 2016

http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Mexico/video/Agenda_Cielos_Oscuros.pdf

6 comentarios en «Contaminación lumínica, ¿qué hacer?»

  1. Respecto a su artículo de » Contaminación lumínica, ¿qué hacer? «.
    Me parece bastante acertado, sin embargo, respecto a las medidas recomendadas por la Dark Sky asociation me parecen muy acertadas aunque me permito diferir respecto al inciso b) en el que recomineda el uso de las lámparas VSBP ( vapor de sopdio baja presión ) y VSAP ( Vapor de sodio alta presión ). Estas fuentes de luz aunque tienen una alta relación lumens-watts tienen un índice de rendimiento del color muy bajo ( 25 y menor ). Lo que resulta en una pobre calidad de iluminación y redunda en una desperdicio de luz y energía con su consecuente exceso de iluminación. Por lo que considero que la recomendación más apropiada ( sólo en términos calidad de luz e iluminación, y sin despreciarlas, ya que son una herramienta más para resolver de forma apropiada los retos de cada proyecto ) en términos generales son los aditivos metálicos en todas sus madalidades. Que tienen in IRC del 81 al 92.
    Se logra mejor calidad con menos watts y lo más importante. Menos lumens.

    Martín Aguerrebere
    Imagen Urbana e Iluminación.
    Aguerrebere Ingenieros & Arquitectos

    Responder
  2. Martín, agradecemos tu observación, la cual técnicamente es muy valiosa, pero como tú lo señalas publicamos una sugerencia de la Asociación Dark Sky.
    Raúl Serrano
    jefe de Información

    Responder
  3. Pues está realmente interesante este artículo, aunque no sé si dentro de esta categoría entren las luces tipo neón que instalan algunos conductores en los focos de sus carros, en las noches llega a ser muy molesto para la visibilidad cuando te los topas de frente y puede hasta provocar accidentes. Yo siempre he pensado que deberían regular el uso de la luz alta de los carros en la ciudad y de esos focos tipos neón, al menos a mí sí me molesta bastante a la hora de manejar.

    Saludos y reitero, que buen artículo.

    Responder
  4. Felicidades por la nota, esta información que hoy leo me parece muy interesante. No pensé que llegara a afectar tanto al ecosistema. Ojalá que tomemos algunas de las medidas sugeridas para controlarla.

    Responder
  5. Como es posible que se hable tanto del ahorro de energía eléctrica y en la Delegación Venustiano Carranza hay un despilfarro de energía en los sistemas de alumbrado público y sobre todo en las colonias aledañas al Aeropuerto en donde han instalado cientos de luminarios que producen una gran contaminación visual y un deslumbramiento perturbador tanto para los peatones como a los automovilistas, poniendo en riesgo su integridad física. Este tipo de alumbrado es un real engaño, y su eslogan “Alumbrado para tu Seguridad”, Seguridad es la que realmente pedimos los ciudadanos, urgente hacer normas de alumbrado público competitivas con Europa, Estados Unidos y Latino América acordes a nuestras necesidades, invito a todos los profesionistas a hacer mesas redondas y discutir la problemática de nuestros alumbrados, y me pregunto ¿Quien va a heredar el mantenimiento de tan pobre instalación? y ¿Para quién fue el gran negocio?

    Saludos.

    Responder
  6. 7 años hace que comentamos este artículo y muchos avances ha habido. La Carta de Taxco, que me parece un trabajo digno de aplaudir por el nutrido consenso sobre el tema.
    La fiebre de los Leds ha llegado a todos los lugares y ayuda en el tema costo de encendido de Templos y monumentos ( tanto interior como exterior ) en pro de una mejor presentación Integral.

    P.D. El uso indiscriminado de Proyectores de aluminio de campana de 1,000 watts aparecen y se distinguen desde todos lados, contaminando y derrochando energía sin sentido.

    Responder

Deja un comentario