Con motivo de la edición 11 de las Jornadas Internacionales de Iluminación, IESNA México invitó a participar en las mismas al doctor David DiLaura, investigador y profesor de la carrera de Ingeniería Arquitectónica en la Universidad de Colorado por más de 30 años.
En primera instancia, el doctor DiLaura dirigió el miércoles 3 de junio el taller denominado «Lo que todo profesional de iluminación debe saber sobre la visión», en el cual hizo sencillas referencias de la luz desde el punto de vista de la Física. Más adelante recorrió la historia del estudio de la visión humana y con lujo de detalles explicó a los asistentes el paso de la luz a través de todas las estructuras oculares. Así, pudimos dar un paseo por córnea, iris, lentes y músculos ciliares hasta llegar a la retina, donde se alojan conos y bastones, células ciliares y ganglios.
DiLaura, quien es socio de la Asociación Americana por el Progreso de las Ciencias (AAAS, por sus siglas en inglés), particularizó en que los conos trabajan durante los altos niveles de luz (de día) y los bastones lo hacen a bajos rangos (de noche), pero los estudios más recientes en la materia hablan de los ganglios como la última etapa que recorre la luz en la retina.
Asimismo, señaló que en los últimos diez años se han desarrollado trabajos científicos dedicados a estudiar los tres tipos de visiones que influirán en la iluminación que harán los profesionales en los siguientes diez años:
Escotópica: La que se desarrolla al haber muy bajos niveles de luz, relacionada con el trabajo de los bastones.
Fotópica: Cuando los registros de iluminación son altos, y que depende de los conos.
Mesópica: Prácticamente es el justo medio entre las anteriores y donde generalmente desempeñan su labor los especialistas en iluminación.
Estudios científicos, tanto estadounidenses como europeas, apuntan un equilibrio entre las dos primeras, pero aun no hay nada definitivo.
El investigador, que ha sido ganador de la medalla que otorga por la Sociedad de Ingenieros en Iluminación de Norte América (IESNA, por sus siglas en inglés), explicó cómo influye la luz en la salud y el estado de ánimo de las personas. Hizo mención de que casi toda la visión se aloja en el cerebro, no en los ojos como muchos piensan, y que además 10% de los hombres tienen deficiencias de apreciación de color por fallas en su anatomía ocular.
Habló también de términos nuevos que serán muy comunes en el futuro del diseño de iluminación; primero, luminancia unificada, la cual será calculada cada vez con más facilidad empleando el software para ello, y segundo lúmenes azules, que refiere a la importancia que se dará a la temperatura de color de la tecnología a seleccionar, la cual tenderá más al azul
Finalmente, se dirigió especialmente a los jóvenes diseñadores de iluminación, a quienes pidió que además de todos los parámetros señalados a tener en cuenta al relacionarse con sus clientes, den mucha importancia a la edad de los ojos de quienes los contratan, pues muchas estructuras oculares se desgastan con el paso del tiempo y marcan diferencias ante los ojos con menor edad.
Recorrido por 20 años de avances
David DiLaura tuvo una nueva participación el jueves 4 de junio, al dictar la conferencia «20 años de Luz e Iluminación». El académico nos mostró los sucesos más destacados en tecnología durante este lapso, pero también abordó temas que han incidido en la iluminación en este tiempo, como la investigación científica, la globalización, el sentido ecologista y la contaminación lumínica.
Inició hablando de las fuentes de luz y como han modificado su estructura y sus compuestos tóxicos; de igual forma refirió como se ha ido dando más importancia al ahorro de energía por parte de los gobiernos de todo el mundo y cómo la industria ha respondido favorablemente. Las lámparas incandescentes poco a poco han dado paso a las fluorescentes y ahora la tecnología LED tiene un lugar muy importante, y ocupa grandes porcentajes de inversión económica en su investigación y desarrollo.
Sin duda ahora contamos con lámparas más eficientes, pero el total desecho de las incandescentes es motivo de discusión por profesionales, autoridades ecologías y la misma industria.
El doctor DiLaura, quien en 2007 fue director de Ingeniería en Iluminación de Acuity Brands, platicó también de los avances en luminarios y controles, y de cómo los especialistas en iluminación deben tener más conocimientos de los mismos, pues son recursos muy importantes a emplear para cualquier proyecto; detalló en el cada vez mejor acoplamiento que han tenido lámparas y balastros.
Refirió al uso del CAD y software en el desempeño de un diseñador de iluminación como herramienta indispensable, y cada vez más sofisticada, y del riesgo que ello implica. «El usuario de la tecnología es la propia víctima de ello». No obstante, la nueva tecnología nos permite un mejor acercamiento a nuestro cliente, es una excelente vía de comunicación.
En 20 años los estudios de la percepción de la luz han avanzado significativamente; en esta parte, DiLaura retomó conceptos de anatomía del taller del día anterior y de cómo la iluminación puede afectar el estado de ánimo y la salud de las personas. «Hoy, la luz es una herramienta de la Medicina».
El paso del tiempo también ha dejado huella en las asociaciones de iluminadores del mundo, pues se han logrado grandes avances en normas, certificaciones y estudio de leyes. Finalmente, nos mostró algunos de los ejemplos que David DiLaura señala como lo más significativo del diseño de iluminación de nuestro tiempo, haciendo mención de especialistas como el chileno Rodrigo Manrique y los mexicanos María de los Ángeles Escobedo y Antonio Garza.
Fue una fortuna poder apreciar los conocimientos de David DiLaura y su didáctica para transmitirlos.