Allianz Arena, en Munich (Alemania) y Torre de Pisa (Italia)
Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, y en solidaridad con los más de 250 millones de personas que sufren esta enfermedad algunos de los edificios y monumentos de todo el orbe se iluminan de azul, color con el que se identifica al padecimiento; en México, se estima que hay 10 millones de diabéticos y de ellos 60% no lo sabe.
Biblioteca Alexandrina (Egipto) y Obelisco en Caracas (Venezuela)
Entre otros monumentos iluminados de azul se encuentran el edificio sede de la Organización de las Naciones Unidas y el Empire State, en Nueva York; las estatuas de los santos Pedro y Pablo, en el Vaticano; el Cristo Redentor, en Río de Janeiro; las Cataratas del Niágara; la Puerta de Brandenburgo, en Berlín, y la de Alcalá, en Madrid; el David de Miguel Ángel, en Florencia; el Duomo, en Milán; la Sagrada Familia, en Barcelona, el edificio del Parlamento, en la Haya; Jet d’eau, en Ginebra; los obeliscos de Caracas y Buenos Aires; la biblioteca Alexandrina (en Egipto), la Torre de Pisa, la Opera House, en Sidney; el London Eye, en Londres; el Hotel Burj al Arab de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, y más.
Jet d’eau, en Ginebra (Suiza) y Palacio de la Cultura, en Sofía (Bulgaria)
La iniciativa partió de la Federación Internacional de la Diabetes que bajo el lema «Pongan luz sobre la Diabetes» invita a iluminar o tornar de color azul zonas de acceso público de edificios y monumentos en todo el mundo. En este 2008, las campañas se enfocaron en hacer conciencia de la enfermedad a niños y adolescentes, sobre las complicaciones, riesgos y formas de prevención.
Cristo Redentor en Río de Janeiro (Brasil) y London Eye (Inglaterra)
La diabetes se caracteriza por los altos niveles de glucosa (azúcar) en la sangre, lo cual puede provocar graves daños en diversos órganos e incluso la muerte. Se trata de un padecimiento que no tiene cura, pero quienes la sufren pueden tomar medidas para controlarla y disminuir las complicaciones.