Si en realidad has escuchado y leído sobre la posibilidad de sustituir tus focos incandescentes por lámparas fluorescentes compactas, pero aun no encuentras razones de peso para llevarlo a cabo, a continuación te daremos dos vertientes que te harán pensar si debes hacerlo o permanecer como hasta ahora.
Cuestión de dinero
Los focos ahorradores de energía o lámparas fluorescentes compactas (CFLs por su sigla en inglés) proporcionan el mismo nivel de iluminación que las fuentes de luz que has usado hasta ahora, sin embargo, consumen cuatro veces menos energía eléctrica y duran hasta 10 veces más que los focos normales; la vida útil de estos últimos se extiende de 700 a 1,000 horas, mientras que la de una CFL está entre 8,000 y 15,000 horas, es decir, puedes olvidarte de comprar un foco por lo menos en 5 años.
Ahora bien, un foco normal tiene un costo de 4 a 10 pesos, aproximadamente, en tanto que por un uno ahorrador de energía debes pagar algo así como 70 pesos; la diferencia en el desembolso es considerable, pero esos 60 pesos los recuperarás en cuanto no los tengas que pagar en tu recibo de consumo de energía, y si le sumas el del siguiente bimestre a la larga hablarás de una ganancia considerable por ahorro de electricidad.
Cuestión de Planeta
Un foco incandescente, como los que han empleado nuestras familias hasta hace unos años, transforma prácticamente la mitad de la energía que consume en calor y no en luz, lo cual infiere directamente en el calentamiento global y las consecuencias que tú conoces. En cambio, las CFLs son reconocidas también como de «luz fría» o «luz blanca» porque generan luz y no calor.
En resumidas cuentas, si empleas CFLs consumes menos energía que debe ser generada por centrales eléctricas, las cuales a su vez producen bióxido de carbono (CO2) que afecta considerablemente nuestra atmósfera.
Por si hiciera falta decir algo, la entidad ecologista mundial Greenpeace ha señalado que la mayoría de los focos de los hogares en Europa pierden más del 90% de la electricidad en forma de calor, pero si éstos fueran sustituidos por lámparas fluorescentes compactas se podrían cerrar 25 centrales de energía eléctricas de tamaño medio, evitando la emisión de 20 millones de toneladas de CO2.
Esperamos haberte ayudado; nos obstante, te sugerimos visites los siguientes portales que contienen importante información:
http://www.ecoterra.org/hoycambiomibombilla/
Pero se les olvida mencionar un dato muy importante y es que los focos ahorradores contienen materiales peligrosos como el mercurio. Esto no es muy beneficioso ni para las personas ni para el planeta. Yo prefiero LED.