Aproximadamente 100 millones de personas, de 4 mil ciudades en 90 países, se sumaron a la iniciativa de La Hora del Planeta, impulsada por el Fondo Mundial de Vida Silvestre (WWF por sus siglas en inglés) y respaldada por la ONU, para concienciar sobre la amenaza del calentamiento global. Los participantes apagaron las luces para alentar a reducir el consumo de electricidad y las emisiones de gases de efecto invernadero, provenientes de la quema de combustibles fósiles.

El recorrido inició el sábado 28 de marzo de 2009 a las 20:30 horas locales en las islas Chatman, Nueva Zelanda, y culminó en Hawai a las 21:30, tras haber pasado por 25 husos horarios. Paulatinamente se fueron incorporando edificios y monumentos emblemáticos de Oceanía, Asia, África y Europa, entre ellos la Opera House y el Harbour Bridge de Sidney (Australia), las Torres Petronas de Kuala Lumpur (Malasia), el Banco de Reserva en Bombay (India), las pirámides de Egipto, la Acrópolis de Atenas, la Torre Eiffel de París, el Parlamento en Londres, el domo de la Basílica de San Pedro en Roma, la Alhambra de Granada, la Cibeles en Madrid y la Sagrada Familia de Barcelona, entre muchos otros que cortaron la energía eléctrica durante una hora.

En el continente americano la iniciativa fue igualmente apoyada; en Río de Janeiro se oscurecieron la estatua del Cristo Redentor del Corcovado y la playa de Copacabana, tal como sucedió en edificaciones de otras capitales. En la Ciudad de México se cortó la energía en Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana, el Ángel de la Independencia, el Castillo de Chapultepec, el Palacio de Bellas Artes, la Torre Mayor y el WTC, entre muchos más; otras ciudades mexicanas que hicieron lo propio fueron Guadalajara, Monterrey y Puebla.

En Estados Unidos, la capital Washington apagó las luces del emblemático domo del Capitolio, mientras que en Nueva York el edificio Empire State y el Parque Central se oscurecieron también.

Entre los más de 90 países que este año tomaron parte del evento, China participó por primera vez, acción que llama la atención por tratarse de un poderoso contaminante y consumidor de energía.
«La razón primordial por la que hacemos este apagón es que queremos que la gente piense, incluso si solamente es por una hora, lo que pueden hacer para bajar sus emisiones, e idealmente llevar eso más allá de la hora», declaró el director ejecutivo de la Hora del Planeta, Andy Ridley.

Vale la pena hacer mención que en diciembre de este año líderes gubernamentales se reunirán en Copenhague, Dinamarca, a fin de firmar un nuevo tratado global sobre cambio climático.
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Fotos: www.elpais.com
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Sin dudas LA HORA DEL PLANETA ha resultado un hecho «simbólico» que puede resultar importante en el futuro si «la gente» en verdad tomara conciencia de lo que representa el consumo de energía, o -mejor dicho- el derroche de energía en forma de electricidad. Sin embargo ¿que representa en % la iluminación doméstica en el consumo energético de una ciudad? Puedo decirles que no es mucho, aunque no deje de ser importante… Es penoso que campañas como estás vengan muchas veces precedidas por intereses partidistas o de otra índole; sin querer decir que este sea propiamente el caso…
“La razón primordial por la que hacemos este apagón es que queremos que la gente piense, incluso si solamente es por una hora, lo que pueden hacer para bajar sus emisiones, e idealmente llevar eso más allá de la hora”, como podrán leer, fué la declaración del director ejecutivo de la Hora del Planeta, Andy Ridley. Pero… ¿para quien es ese llamado de atención? ¿es solamete al ciudadano común? ¿o es un llamado a todos por igual incluyendo a los líderes económicos, industriales y gubernamentales?
La iluminación a todas las escalas es necesaria para el desarrollo social y el desarrollo de la vida, pues toda la vida va estrechamete relacionada con la luz: como la vemos, como la sentimos… por tanto es necesaria la iluminación; la diferencia radica en que tan eficiente es la iluminación que tenemos, si ponemos y diseñamos en verdad la iluminación acorde a las necesidades de los espacios, si damos a la iluminación la importancia que realmente tiene en la actividad humana o si seguimos dejando la iluminación como el último asunto a resolver cada vez que pensamos en nuevas obras…
Por último un comentario de una conferencista con gran experiencia en el tema, sobre todo en iluminación natural: «La luz es excelente cuando mejor se adapta al espacio, según la actividad que e él se realiza». Resumiendo… no se trata de iluminar con cantidad, sino CON CALIDAD. Se trata de ahorrar ,SI, pero con la utilización de las luminarias y fuentes lumínicas más adecuadas en cada espacio.
Quedará siempre mi preocupación en este sentido no solo como Lightin Designer (Diseñador de Iluminación), sino como alguien preocupado siempre por la salud de nuestro planeta; por ser de una isla que ha sentido ya en carne propia los efectos del calentamieto global…