Andrei P. Sommer y Dan Zhu creen haber descubierto una alternativa al Botox y la cirugía estética para reducir las arrugas faciales mediante la aplicación de luz de LEDs.
Los investigadores sometieron a varios sujetos a sesiones diarias de emisiones de luz de alta intensidad visible de diodos emisores de luz (LED) durante varias semanas. Pasado algún tiempo los investigadores descubrieron que las sesiones habían «rejuvenecido» la piel, reduciendo los niveles de arrugas.
De hecho la luz visible de alta intensidad se lleva empleando en medicina durante más de 40 años para acelerar la curación de heridas.
Según parece durante el proceso determinadas intensidades de luz penetran en el tejido cutáneo y alteran la estructura molecular del agua, inmovilizando a su vez la elastina, una proteína que mantiene la piel sana y elástica.
Foto: TheEarthTimes.com